viernes, 11 de junio de 2010

LAS DOS CARAS DEL DINERO

Desde muy joven he escuchado fraces, cuentos y refranes sobre la importancia del dinero y la fuerza que ejerce en los seres humanos.

Hasta la fecha he visto como cambian vidas, para bien o para mal, gracias a la influencia que, esos papelitos de colores, llegan a tener sobre personas que pierden lo mejor de sí en su busqueda desenfrenada.

En mi memoria guardo el recuerdo de historias reales sobre hombres que no fueron capaces de darce cuenta que la abundancia material resulta superflua ante la carencia de cosas que a primera vista resultan tan simple como la amistad verdadera que te apoya y te hace reir, el amor leal que te equilibra emosionalmente, y la paz interior que muchas veces frente a todo el dinero del mundo es imposible conseguir.

A muy temprana edad descubrí que existen personas capaces de lo que sea en busqueda de fortuna. Que la ansiedad de dinero los siega, los corrompe.

Paises en guerra, familias destruidas, asociaciones, negocios, amistades y amores de antaños han pasado a ser historia solo por el empeño del hombre por quererlo todo.

Asi tambien, luego de este análisis, no he escapado de las enrredaderas que el sistema teje en base al dinero. A pasar de que para mi fortuna Dios me premió con una madre invalorable que dejó de vivir para ella para vivir para sus hijos, hoy por hoy recuerdo con amargura ciertos momentos en que la falta de dinero me han colocado en el extremo inferior de la balanza. Cuanta impotencia se siente cuando su ausencia te limita, te aisla.

Es mucho lo que se sufre y se pierde en su busqueda. sin embargo no se puede negar la satisfaccion que se obtiene cuando su presencia es caudalosa.

Si bien es cierto que no se compra ni amistad, ni amor, ni un hogar perfecto, ni un sin fin de cosas que aguantria este papel, no cabe duda de que con dinero es más facil disfrutar de lo bueno y plecentero de una vida trancitoria como la nuestra.

Ahora bien, si realmente lo quieres esfuerzate y acumúlalo. gástalo tu a él y no permitas que él te gaste, y recuerda que los tesoros más grande nos lo brinda la naturaleza de forma gratuita.

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