"Dame la cartera, con disimulo, con disimulo, dame la cartera"- ordenó el atracador mientras apuntaba con un arma a la cabeza de la joven.
"Dásela yaji, dásela"- exclamo la amiga por miedo a que la reacción contraria provocara la ira del afanado sujeto. sin más opción decide ejecutar el mandato con no más calma de la que pudo necesitar para no dejar caer los libros que sujetaba bajo el brazo derecho y sin estrellar el par de huevos que cargaba en la mano izquierda.
"Sostenme aqui" solicitó la joven a su compañera, pasandole el baso cervesero que empuñaba en su mano derecha para poder acatar la maliciosa orden que el pillo le daba.
"wei la estan atracando"- se escucho gritar al otro extremo de la oscura carretera y acto seguido emprendió la huida aquel pilluelo sin llegar siquiera a tocar el enorme bolso que creyó poseeria en poco tiempo, dejando allí dos cuerpos pasmados de asombro, un par de basos derramados y una cena en retraso.
lunes, 11 de octubre de 2010
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